Casa Bonuchelli se prepara en la acogida de los nuevos voluntarios italianos llegados en la ciudad de Tena por la noche del pasado tres de julio. Se trata de Francesca Consogno, Giada Ferraris, Giacomo Rubini e Bruno Selvestrel, seleccionados en el marco del proyecto experimental “Cuerpos Civiles de Paz” inaugurado el cinco de junio de 2017, que prestarán sus servicios hasta el próximo junio de 2018. Los nuevos voluntarios harán parte del grupo de trabajo de la Casa Bonuchelli, acompañando los servicios civilistas en actividades de educación ambiental, investigación sobre especies agrícolas locales y reforestación, con el objetivo de sostener la población local en procesos de resolución de conflictos ambientales.
La salida fue anticipada por la formación general prevista por el proyecto “Cuerpos Civiles de Paz” en el centro para la formación “Domus Urbis” (Roma – Italia), en donde 82 jóvenes de edad entre los 18 y 29 años tuvieron la posibilidad de profundizar asuntos relativos a la gestión no violenta de conflictos, seguida por una formación especifica, enfocada en el proyecto, el papel de la Ong y el País en el que prestarán servicio para el próximo año.
Engim es activa en el Tena desde hace diez años, promoviendo el proyecto social “Casa Bonuchelli” que en los años se constituyó como un lugar de intercambio y formación para los voluntarios y la ciudadanía local. Ubicada en las puertas de la Amazonía, Tena ofrece un excelente punto de partida para conocer la cultura kichwa y sobretodo para profundizar temáticas ambientales como la protección del medioambiente, el cambio climático y la defensa de la biodiversidad local.
El proyecto experimental “Cuerpos Civiles de Paz”, establecido por el Ministerio del Extranjero Italiano ha involucrado por esa primera selección jóvenes que están comprometidos en el favorecimiento de procesos de resolución no violenta de conflictos ambientales y sociales en America Latina, Asia, Africa e Italia. En Ecuador, los voluntarios tendrán la posibilidad de contribuir a la protección de las tradiciones agrícolas indígenas y contrastar la perdida de la biodiversidad, además de promover procesos de sensibilización ambiental para adultos y menores.