Ya son 7 meses que estoy aquí al Proyecto Social “Soñando Por El Cambio” en Santo Domingo de los Tsáchilas. Que puedo decir! Puedo escribir un libro sobre todo lo que pasa aquí. No hay un dia donde regreso a la casa y digo: “Hoy no ha pasado nada” pero esto es el bello del proyecto. Yo todos los dias me levanto diciendo: “Mi clase me espera, hoy voy a enseñar algunas cosas nuevas por qué esto es mi role, pero la majoria de las veces tengo que subir desde esto role para ocuparne un otro. A veces soy psicologa, a veces amiga, a veces mamà, tal vez animadora; todo eso por qué trabajo con niños con un pasado muy dificil; la majoria de ellos no tienen padres y viven en condiciones de riesgo y conocen las palabras “abuso” y “droga” mejor que todos. Hoy puedo decir que son los niños más dulces que yo he conocido; te van a regalar un amor asi’ grande que te vas holvidando de todos los momentos en el que he podido pensar: “No puedo hacerlo”.
Sobre la pregunta: “Como es un día al proyecto?” puedo decir que me levanto todas las mañanas a las 8:30 con la clase de inglés y informatica, apoyo y ayudo la profesora Esthela con los niños pequeños hasta las 12:45 de la tarde, el único momento del día donde no escucho la voz de los niños que me llaman. El día sigue en la tarde con los talleres de pulsera, dibujo, danza, volley y basket tambien. Al final hay las duchas de las 4 de la tarde, donde tengo que averiguar que todos los niños se bañan. Bueno, es asi’ que pasan los días al proyecto desde 7 meses hasta hoy. Me parece ayer cuando los niños no sabían mi nombre y me tomaban por el pelo por mi pronuncia. Faltan solo 4 meses antes del regreso en Italia. Pero ahora no quiero pensarlo, la carretera es aún larga y los objectivos tambíen.
Ludovica Celletti